Ciudad de México
"Historia, Cultura y Vida en Cada Esquina"
Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe



se alza majestuosa la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Su silueta moderna y su historia centenaria se entrelazan en un mismo espacio sagrado, donde el tiempo parece detenerse ante la mirada amorosa de la Virgen Morena.
Aquí, en el Cerro del Tepeyac, el cielo y la tierra se encontraron en 1531, cuando la Madre de Dios dejó su imagen impresa en la humilde tilma de Juan Diego. Desde entonces, este santuario ha sido refugio de esperanza y testigo de incontables plegarias que se elevan en susurros y cantos.
Al cruzar sus puertas, el murmullo de los peregrinos resuena como un eco de fe inquebrantable. Flores y velas adornan el altar, mientras la imagen sagrada observa con ternura a quienes llegan con el alma llena de gratitud o en busca de consuelo. Afuera, la explanada vibra con la energía de devotos que, arrodillados o de pie, sienten en su corazón la presencia de la Virgen, como un abrazo eterno que trasciende el tiempo y la distancia.